José Gramunt de Moragas un soberbio alfil miope y “chupamedias” del imperialismo transnacional y la burguesía criolla

Cuando el Señor vino al mundo, no vino a servir ni convivir con el poder romano, sino más bien vino a servir a los humildes y desamparados, a traerles el evangelio, sanarles, a saciar su hambre y a darles sobre todo fe y esperanza. Es inaudito e incomprensible como algunos sacerdotes puedan ser tan mezquinos, miopes y miserables en su accionar, pero por sobre todo, en su forma de palpar y apreciar la realidad nacional, Uno de los casos concretos que voy a mencionar ahora es el del padre José Gramunt de Moragas S.J. de quien considero vacías, apresuradas y lamentables muchas de sus apreciaciones editoriales en sus notas de prensa por el periódico La Razón (medio de una transnacional española de prensa y opositora tenaz al gobierno de Evo Morales). Muchos curas actuales están cegados por su jerarquía y privilegiada posición de elite, de lujos y opulencia en los cuales se desenvuelven y desempeñan su rol y servicio “pastoral”, muchos de ellos son mas “neoliberales, capitalistas y además pro imperialistas” que cualquiera, Al parecer no tienen la mas remota idea en sus cabezas de cómo subsisten los mas relegados, pero mucho menos aún, tienen la experiencia de haber pasado la verdadera necesidad (de quizás haber vivido y sentido el hambre en carne propia), o ver la triste vivencia de la pobreza imperante en gran parte del área rural de nuestro país, donde la postergación y la extrema miseria es el pan de cada día de mucha gente que sufre. Es fácil opinar sin saber ni tener la experiencia de haber sufrido la discriminación, el sometimiento y la constante postergación. Es sumamente fácil ignorar a gente que siempre ha vivido olvidada sin la más mínima ayuda o asistencia.

Algunos países imperialistas se jactan a sí mismos de ser “solidarios”, bondadosos y caritativos por ayudar a los países mas pobres del tercer mundo, sin embargo, la verdad es que justamente son los que nos han sometido sistemáticamente haciéndonos dependientes de ellos, de tener que recibir su caridad. Algunos sacerdotes como el padre José Gramunt de Moragas y otros curas alfiles del capitalismo y el neoliberalismo nos dicen que debíamos de seguir recibiendo la limosna en alimentos que nos regalaba E.E.U.U. por medio de su agencia USAID (Alianza para el progreso), y seguir siendo dependientes y sometidos por siempre. Ninguna ayuda es sin pedir algo a cambio, y si bien las transnacionales y el imperialismo norteamericano nos han ayudado con su caridad entregándonos alimentos, no ha sido en forma gratuita, porque ellos de una u otra forma se han beneficiado aprovechándose de nuestro atraso, letargo e ignorancia, ya que se han llevado millones y millones de dólares por nuestra dependencia y sumisión (en realidad la subordinación de los politiqueros y gobernantes neoliberales y oligarcas (de turno) que también han sacado su gran tajada (negociado) de parte de las transnacionales y el imperialismo).

Pienso que es hora de ser dignos y empezar a preocuparnos por los más pobres, por darles trabajo y dignidad, la misma con la que queremos ser reconocidos y tratados todos. Nuestro país necesita producir y producir, tenemos suficiente territorio como para producir alimento y abastecer de insumos alimenticios a gran parte del planeta, lo que nos falta es conocer mejor las técnicas modernas y tener los instrumentos necesarios como para poder optimizar un mayor y mejor rendimiento al trabajo agrario. Tenemos ante todo que ser capaces de autoabastecernos con el alimento que consumimos dentro el país, y lograr después exportar los excedentes a los mercados del mundo. La agropecuaria y la producción de alimentos van a ser en el futuro más próximo la actividad de mayor y segura demanda en los mercados internacionales del mundo. No es posible ser un país productor si a la vez seguimos siendo un país limosnero de la caridad internacional. Hay que tomar el mismo ejemplo de otras naciones de Europa que después de la segunda guerra mundial (tras quedar devastados y casi en escombros por los efectos de la guerra) prefirieron tecnificarse y producir sus propios alimentos a simplemente recibir la caridad de Estados Unidos de Norte América a través del Plan Marshal, que les entregaba ingentes cantidades de ayuda en alimentos para hacerlos dependientes a las imposiciones y caprichos del imperialismo. Los países europeos se dieron cuenta a tiempo que era una maniobra del imperialismo para desincentivar su propia producción y desarrollo para hacerlos dependientes, por lo cual en tono amable después de algún tiempo rechazaron esa ayuda del Plan Marshal.

En nuestro país, Cochabamba era reconocido a mediados del siglo pasado como el granero de Bolivia, por su producción masiva y a gran escala de granos de primera clase (trigo, cebada y maíz) con los cuales se abastecía por demás la demanda interna de todo el país, fue lamentable que después los gobernantes tomaron muy pobres políticas de gobierno, sometiéndose a una intestina alienación al imperio, ya que desde esas épocas vieron que era mas fácil mendigar alimentos y estirar la mano, claro eso era mas “rentable para ellos”, recibir la caridad en alimentos (harina, manteca, aceite, etc.) para un país pobre y ser simples vasallos “lameculos” del imperialismo norteamericano, con lo cual obviamente desincentivaron y hundieron a la producción nacional que no podía ya competir con lo que venía de regalo al país a través del plan USAID (El plan Marshal para los países tercermundistas).

El sector agropecuario nacional está subordinado a las grandes y millonarias inversiones transnacionales que operan furtivamente dentro de nuestro territorio con capitales peruanos, colombianos y norteamericanos, En la actualidad muchos empresarios agropecuarios y agroindustriales del país han aparecido potenciados de forma exponencial y significativa, además que todo lo han conseguido gracias a los beneficios y al monopolio que ellos obtuvieron para si mismos, con las dádivas y fomentos que ellos se regalaban con la plata del pueblo, cuando ellos o sus allegados estaban encaramados en el poder. Se quebraron bancos de fomento, se transfirieron las empresas (del estado) de las corporaciones regionales de desarrollo (a precio de gallina muerta) a si mismos, se desfalcaron ingentes y millonarias sumas de dinero del país, se apropiaron de inmensas extensiones de tierras fiscales para usufructuar de ellas impunemente, etc.

El trabajo agrícola y pecuario no puede ser privilegio de unos cuantos poderosos millonarios latifundistas terratenientes que quieren hacer del agro su feudo y monopolio, tan solo para satisfacer en exclusiva sus necesidades empresariales e industriales.

Hay sacerdotes cuya vida ha sido y es un ejemplo digno de ser seguido e imitado por todos nosotros, pero hay otros que mas parecen solo vulgares “cerdotes” por la vida alegre que llevan (por los siete pecados capitales con los cuales conviven y a los cuales sirven), por todos las mentiras que descaradamente le cuentan al pueblo en cada una de sus homilías, ya que ellos mismos son los que socapan y encubren el latrocinio del cual ha sido victima el estado boliviano (pueblo boliviano). Actualmente muchos curas son tenaces defensores de las burguesías, oligarquías, los politiqueros neoliberales y capitalistas que han hundido, robado y despilfarrado la plata y los bienes del pueblo boliviano, a muchos de ellos lo único que les interesa es conservar su estatus y privilegios de elite eclesiástica, y no ven mas allá de sus propias narices porque su ceguera es mental. Son como “satanaces” con sotana. “No hay peor ciego que aquel que no quiera ver, ni peor sordo que aquel que no quiera oír”.

Algunos curas expresan abiertamente sus prejuicios discriminatorios de orden hasta racial, tratando a los más humildes y desposeídos como a salvajes o a la gente pobre con términos tan despectivos como la “indiada”, “el cholaje”, etc. Que hay de aquello que el Señor mismo dijo “Ama a tu prójimo como a ti mismo” ¿?. Para algunos curas su prójimo podrá ser un empresario, un rico o un poderoso, pero nunca un miserable indígena que además de todo es feo, ignorante, sucio y lo peor, pobre.

Es de lamentar que la iglesia no se manifieste en lo mínimo cuando en la ciudad de Santa Cruz se arremete y agrede cruel y salvajemente contra los mas indefensos y pobres cunumis, indígenas guaranies, kollas y migrantes del interior del país, o hasta se desata constantemente una suerte de amedrentamiento y persecución contra aquellos que osen “no respetar” y “desconocer” los mandatos y la ideología de la prefectura (Ruben Costas) o el comité “cívico” (Branco Mirinkovic), quienes tienen carta libre para mandar a sus huestes de desalmados (de la organización paramilitar Unión Juventudes Cruceñistas) para ir a dar golpiza y pateadura contra cualquier contrario, disidente o discorde, por el solo hecho de pensar distinto, o de aquellos que simplemente quieren vivir y trabajar dignamente en ese departamento del país, pero no comparten con la ideología impuesta por los que tienen el poder regional allí.

Se ha visto como estos maleantes de la Unión Juventudes Cruceñistas les roban, golpean y siembran una ola de terror a la ciudadanía mas pobre, también se ha visto como son publicados en las calles de la ciudad impunemente las “listas de traidores” con los nombres de reconocidos ciudadanos que son hostigados por solo pensar distinto. Lo peor de todo esto es que estas autoridades regionales de la prefectura, comité cívico, grupos de poder, etc. se llenan la boca diciendo ser “católicos”.

Que hay de aquellas manifestaciones embrutecidas y llenas de odio, xenofobia, racismo e intolerancia que hacen mella a la dignidad de las personas haciendo evidente un desprecio de orden racial ¿?, y que en particular sobre todo se focalizan en la persona del primer mandatario de la nación, por su procedencia humilde y condición de indígena ¿?, Las huestes de desalmados auspiciadas por sus patrones del comité cívico y la prefectura de Santa Cruz han pintarrajeando en algunas paredes de la ciudad oriental con mensajes escabrosos, humillantes, grotescos y llenos de xenofobia y desprecio racial, donde impunemente se puede leer hasta “Evo feto de llama”, como si en otras partes del país se hiciera lo propio. Hay gente enferma y llena de odio, intolerancia, complejos raciales que mandan a expresar este tipo de manifestaciones, que solo quieren arrastrar y envenenar el alma (de una forma tan soez y vil) con su xenofobia e intolerancia extrema a todos los demás. Al menos yo no conozco de ninguna expresión por lo menos parecida (ni siquiera en los lugares mas afines y acérrimos que tiene el presidente Morales) donde se lea algo así como “Rubén Costas feto de Taitetú”, “Branco Marinkovic feto de caballo” o “Carlos Dabdub feto de camello” o cosas parecidas, que serían mas o menos lo equivalente. Nada que ver, Lo que pasa es que la discriminación, intolerancia racial y xenofobia viene auspiciada de un solo lado, que es la de los sectores de poder regional de Santa Cruz, que es un pequeño grupículo de gentuza fascista e ignorante que piensan que porque tienen la plata que tienen puede hacer y decir lo que les venga en gana, muy lamentable que sea con el silencio cómplice de la jerarquía eclesiástica.

Para terminar, Pienso que es difícil sino imposible cambiar a las personas, peor cuando éstas toda su vida la han regalado y gastado en bien de defender y convivir con los más poderosos, influyentes y ricos que también son los mas pocos, y no así, en convivir, servir y ayudar a las multitudes de desposeídos y pobres. Estoy plenamente seguro que cada quien va a tener que rendir cuentas ante EL ALTÍSIMO por sus actos en la hora final, No creo que ante EL valgan el poder, los billetes, las posesiones, ni los pergaminos o las medallas que cada quien haya podido lograr legal o ilegalmente en su vida terrenal, mas bien yo creo que van a ser mas importantes las obras que cada quien haya echo en el bien común de los mas desafortunados.